Parece que fue ayer cuando
sentado en mi habitación decidí crear éste espacio, la primera entrada, mi
primera historia, ¡vaya, que recuerdos! Pero han pasado cinco años, y de todo
aquello sólo quedan remembranzas que tienen un hermoso valor en mi vida.
Hubo personas que llegaron y
se fueron; también besos, caricias; tantos y tantos sucesos que están albergados aquí,
en mi blog; mi confidente fiel. No hace preguntas, no me reprocha, no me juzga,
simplemente, calla y permite expresarme.
Hoy, es motivo de celebración.
Y sentado nuevamente en mi habitación hago un recuento de todo lo que me ha
lastimado y hecho feliz. No me arrepiento, porque arrepentirme sería negar lo
que en determinado momento defendí. Al contrario, doy gracias por cada momento.
¡Un brindis por este año y por el siguiente!