A lo largo de mis veintiún años he conocido distintas maneras de amar, pero tal vez, ninguna más dolorosa que la de amar en silencio. Esa forma de querer, me ha impedido ocultar un amor tan ardiente como la fuerza de un sol de verano, y me ha orillado a callar y a decir que no. Sin embargo, lo único que no ha podido negarme ese cruel sentimiento, es entregarme por completo a la mujer que amo. Si, acepto que es doloroso, que no es saludable y que conforme pasa el tiempo, me ha empezado a doler el corazón por guardar todas estas emociones que decidí soportar.
¿Y por qué he callado?, ¿Por qué acepté vivir bajo la sombra de tus pasos? Por ti, porque me lo pediste, porque la condición fue firmar un contrato con sangre, y como te habrás dado cuenta, continúa vigente hasta ahora. Y no, no es ningún reproche, ni tampoco es una queja, es, simplemente, letras que mi razón me ha incitado a escribir. Y ha hablado la razón, porque mi alma y espíritu ya han quedado vacios. Te has llevado completamente todo. Lo que no te has llevado, es mi desgastada voz que murmura que te amo con toda el alma, y que aguardo en silencio, como siempre lo he hecho, el despertar.
¿Y por qué he callado?, ¿Por qué acepté vivir bajo la sombra de tus pasos? Por ti, porque me lo pediste, porque la condición fue firmar un contrato con sangre, y como te habrás dado cuenta, continúa vigente hasta ahora. Y no, no es ningún reproche, ni tampoco es una queja, es, simplemente, letras que mi razón me ha incitado a escribir. Y ha hablado la razón, porque mi alma y espíritu ya han quedado vacios. Te has llevado completamente todo. Lo que no te has llevado, es mi desgastada voz que murmura que te amo con toda el alma, y que aguardo en silencio, como siempre lo he hecho, el despertar.