Ya no me queda duda alguna, estoy enamorado, lo sé, lo siento, lo vivo. Lo que hemos pasado me ha bastado para saber que eres la dueña de mi alma y corazón, y al convertirte en acreedora de ese título, puedes pedirme lo que quieras, porque no hay cosa en este mundo que no haría por ti. Tu, mi amor, eres la mujer con la que quiero pasar mis días, quiero tener un hijo contigo que refleje el fruto de nuestro cariño, quiero despertar y dormir a tu lado, quiero que seas para siempre mía.
A veces siento que eres un sueño, porque todavía me es difícil comprender que alguien como tu pueda estar conmigo. La soledad que me acompañaba la lograste vencer con tus besos y abrazos, y esa oscuridad que me inundaba, la extinguiste con tus suaves caricias y esos momentos de placer que me has regalado. Y aunque compartimos culturas y generaciones diferentes, eso no es impedimento para confesarte que soy tu eterno incondicional.
Te adoro.
SyA.
A veces siento que eres un sueño, porque todavía me es difícil comprender que alguien como tu pueda estar conmigo. La soledad que me acompañaba la lograste vencer con tus besos y abrazos, y esa oscuridad que me inundaba, la extinguiste con tus suaves caricias y esos momentos de placer que me has regalado. Y aunque compartimos culturas y generaciones diferentes, eso no es impedimento para confesarte que soy tu eterno incondicional.
Te adoro.
SyA.
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