Te hubiera puesto por nombre, Elena o Joaquín, el sexo era lo de menos. Yo, estaba dispuesto a entregarte todo lo que me hizo falta, a compartir contigo momentos tan simples que se convierten en tesoros con el paso de los años, me hice la promesa de ser el mejor papá, con tal de verte feliz. Pero esta noticia me ha arrebatado todos esos sueños, escucharla, fue una cuchilla haciendo estragos dentro de mis venas. Y sí, lo admito, el llanto inundó mis ojos.
Créeme que hubiera dado todo por verte ante mí, sentirte entre mis brazos, incluso escuchar tu corazón latir, pero lamentablemente, no será así. Espero superar todo esto, aunque creo me llevará algo de tiempo, porque estoy completamente destrozado. Antes, pensaba que cosas estúpidas me habían herido, pero hasta el día de hoy pude darme cuenta lo que realmente es el dolor. ¡Que hubiera dado por no haberlo encontrado jamás!
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