jueves, 29 de septiembre de 2011

No me ama


No importa lo que yo haga, o todo lo que te he dado, no me amas. Ya el cansancio empieza a rodearme y mis fuerzas se van deteriorando poco a poco, y duele tanto reconocer, que no me amas. Mis piernas no pueden estar más de pie esperando por tu amor, el tiempo pasa, y yo, estoy pasando con él. Ya he perdido todas las batallas, y al parecer, también la guerra. Ha sido tan duro entrar en tu corazón, que empiezo a creer que eres toda de acero.

Es tan doloroso escuchar que no soy lo que tú querías, lo que tú anhelabas, decirme, que no amas, así, como si nada. Que fácil se te hace arrojarme a la basura como cualquier otro desperdicio, y recordarme, sin compasión, que no me amas. ¡Ay felicidad! Mundana y altanera, tú no me amaras, pero hay otras a las que si podré conquistar: la tristeza, la inseguridad, la desesperación, y sobre todo, la soledad, esa, que estoy seguro nunca me dejará.

Siempre contigo


Corazón, aunque yo tenga que partir y por una larga temporada te diga adiós, sabes que estaré, siempre contigo. En esta pequeña caja, he decidido colocar algunas pertenencias que tal vez te puedan parecer absurdas, pero que son, más tuyas que mías. Te dejo mi calor, para que por las noches te arropes si hace frio. Te dejo mi corazón, para que nunca olvides que te pertenece a ti. Te dejo mis recuerdos, para que tengas presente lo maravilloso que ha sido estar a tu lado. Te dejo mi mano, por si acaso algún día te llegaras a sentir sola. Te dejo mi alma, para que alumbre tu camino si hay oscuridad. Te dejo mis ojos, para que te des cuenta que solo te siguen a ti. Te dejo mi fuerza, para que te motive a luchar como lo ha hecho conmigo. Te dejo todo, porque yo, me quedo contigo.

Y si aún con todos estos obsequios sientes que no estoy ahí, entonces, búscame. Búscame en la luna, porque también la estaré observando. Búscame en una oración, porque cada día pediré a Dios que nunca te abandone. Búscame en tus sueños, porque yo soñaré solo contigo. Búscame en una melodía romántica, porque sus letras fueron escritas especialmente para nosotros. Búscame en la brisa de la tarde, porque estaré suspirando por ti. Búscame en aquél rincón, porque ahí se quedan nuestros besos y caricias. Búscame en el agua, porque al bañarte recorreré tu cuerpo desnudo. Búscame en mis textos, porque tú has sido la inspiración de todos ellos. Mi amor, me voy, pero espiritualmente me quedo contigo. No te aflijas, porque aunque tú no me puedas ver, yo, estaré siempre contigo.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Todo por amor


¡POR AMOR! ¡QUÉ HARÍA POR TU AMOR, PREGUNTASTE! Y bien, he aquí, mi respuesta. Haría, lo que cualquier otro loco enamorado: extraer mi palpitante corazón para que observes que, efectivamente, sobre él se encuentra tatuado tu nombre, construir un templo donde una replica exacta de ti fuera la única diosa, ser tu fiel esclavo al pendiente de tus más egocéntricos caprichos, me teñiría de azul si me lo pidieras, me cortaría las venas si lo quisieras, todo eso, por amor, por tu amor. Por amor, mi niña, daría mi propia vida con tal de que tú, por muchos años, continúes amando.

jueves, 22 de septiembre de 2011

La suplica


Amor, abrázame por favor, estoy tan indefenso que solo quiero tus brazos, solo quiero refugiarme en tu calor, solo quiero que apartes de mi este frio que lastima mi corazón.

Amor, dime que todo estará bien, dime que nunca te alejarás de mi, dime que el amor que te tengo todavía tiene un hogar, dime que aún sueñas conmigo por las noches.

Amor, por qué me miras así, por qué te quedas callada, por qué no dices nada, por qué tú silencio, por qué tú desprecio, por qué siento tu recelo.

Amor, no te vayas, no te apartes de mi lado, no te lleves mi esperanza, no me dejes a la deriva, no me dejes aquí, por favor, no me dejes aquí, sin ti.

La condena


Digas lo que digas, lo niegues o incluso te laves cuantas veces necesites, yo estaré ahí. Viviré por cada rincón de tu cuerpo. Mi aroma nunca se separará de tus poros, y tu mismo sudor se mezclará con la pasión y el pecado que sembré sobre ti. Sé que te aborrece pensar en mis palabras, pero son ciertas. Yo, no moriré.

Perteneciste y pertenecerás a mí. Nadie ocupará mi lugar. Por las noches, una y otra vez desearás que bese y muerda de tu piel, y yo, lo haré con la misma euforia de aquellos días. Y si llegaras a conciliar el sueño, ahí estaré. Sentirás mi respiración como cuando descansaba sobre ti sin decir nada. Yo, no moriré.

Y si con desesperación intentaras deshacerte de mi, no podrás. Continúo tan dentro que siento tu agudo calor inundándome en un placentero éxtasis. Pobre mortal, tonto e indefenso. Busca vanamente una salvación que no se te dará. Llora inútilmente y sufre el destino que en esta vida se te ha encomendado. Yo, no moriré.

Tu amante eterna,
Soledad.

martes, 20 de septiembre de 2011

Un inocente capricho


Hoy... con toda la pasión que duerme en mí, anhelo:

...BEBER DE TU CÁLIZ...

¿Cumplirás mi deseo?

¿Escribir, o no escribir?


Si mi memoria no me falla, llevo más de un año manteniendo con vida este pequeño espacio. Un espacio que se ha convertido en hogar de mis penas y alegrías. He publicado varias entradas, y algunas de ellas me hacen sentir realmente orgulloso. Pero hay una interrogante que me ha venido rondando por la cabeza desde hace algunos días: ¿Por qué escribo?

Lo hago, porque es una actividad que disfruto mucho. Porque puedo viajar en mi propio mundo. Porque a través de la escritura me doy la oportunidad de estar conmigo mismo y plasmar esas pequeñas cosas que no me atrevo a decir en voz alta. Pero hay una razón de mucho más peso que me incita a hacerlo, simple: estoy enamorado.

Y es gracias al amor por lo que mis textos dejan de ser solo palabras. Cada línea nace de lo más profundo de mi alma, representan sin reclamo lo que he vivido. Cada historia, cada punto y cada coma, reflejan los capítulos de una vida. No me da pena. Ni tampoco espero reconocimiento. Escribo por gusto, por risa, por llanto, por placer, por pasión, porque soy libre.