¡Vaya! Han pasado ya tres años del
nacimiento de mi blog, y quizá algunos piensen que sea absurdo
conmemorar una fecha como esta, pero para mi, recordar implica valorar cada
entrada que ha nacido desde lo más profundo de mi alma. Al sentarme solitariamente
en mi habitación y abrir uno a uno los títulos que viven en “Mi rincón, mis
memorias”, me doy cuenta de lo mucho que mis letras han madurado. Y no me
refiero precisamente a reglas de escritura o algo por el estilo, sino, a la
madurez del corazón.
Y no es para menos, pues han sido
mucho los cambios que he vivido. Hubo finales y también comienzos, pero siempre
con la mejor de las actitudes para sobrellevarlos. La verdad es que todo lo que
ha pasado ha sido por un motivo: el de ayudarme a valorar la vida a cada
instante, y por supuesto, a entregar mi corazón plenamente sin miedos ni
recelo. Si, han pasado ya tres años, y como recuerdo, me quedan historias que permanecerán plasmadas en este lugar. Y no, no me arrepiento, por que aprendí que siempre
lo mejor, está por venir.
¡Salud!
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