jueves, 26 de agosto de 2010

¡Sí señora!


A diferencia de las demás, a ella le gusta tener el control. Todas las que han pasado por mi alcoba disfrutaban descubrir el lado oscuro del sexo, pero con M es diferente. Su presencia en las sábanas irradia poder y sensualidad. Es realmente una fiera, me hace revelar nuevas sensaciones de sumisión. Es prepotente, enérgica, abusiva y dominante, pero dueña de una imponente belleza.

Sus oscurecidas vestimentas y sus puntiagudos tacones metálicos son los únicos complementos para pasar una noche inolvidable. Sus largas uñas acarician mi espalda por horas, hasta que llegan a convertirse en profundas heridas. Sus mordidas son suaves y su mirada me hace desearla más y más. No cambiaría por nada lo que me hace mentir. Creo que me he enamorado de ella, de mi ama.

1 comentario:

Raven Orlok Englund-Draven dijo...

Gran escrito, me llamo mucho la atencion.