domingo, 7 de junio de 2015

Regresa, porfavor regresa


Y bien, amor, heme aquí, necesitado de ti. Reposando en mi alcoba y anhelando tenerte en mis brazos. Pensando, imaginando, en la esencia de tu aroma que poco a poco va penetrando en mi olfato, y llega a lo más profundo de mi espíritu, al alma de mí ser. Y tu sonrisa, ¡oh si, tu sonrisa!, dulce gesto de tus labios que me colma de armonía al observarte así, en paz, en serenidad, en calma con la unión del sentimiento al que le has dado una morada.

Y bien, amor, heme aquí, despojado de ti. Tachando días a un calendario que va creciendo y creciendo cada minuto. Ansiando, planeando, la próxima vez que te vuelva a ver, quizá una mañana, quizá una tarde, quizá con un café, quizá con un una cena, pero cuando llegue ese momento, estaré feliz, estaré completo. Y mi corazón, ese loco vagabundo, se regocijará con tu presencia, volverá a latir, y te pedirá, te rogará, que no te alejes más.

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