miércoles, 11 de septiembre de 2013

El guacamayo

 
Lo cazaron en la selva cuando era pichón. A golpes de hacha volcaron el árbol donde tenía su nido. Lo vendieron  en la ciudad y preso en una jaula pasó gran parte de su vida, ¡hasta que un día fue abandonado!... Éste guacamayo nunca había visto un pariente. Ahora, de regreso a la selva, no se entiende con lo demás guacamayos. Acurrucado en un rincón, tiembla y llora, se arranca las plumas a picotazos, tiene la piel sangrienta y desnuda.
 
"Tomado del libro de Ciencias I Telesecundaria. Sé que no suelo plagiar textos, pero éste en particular me agradó, además, me sentí bastante identificado."

domingo, 11 de agosto de 2013

Canción de cuna a nadie

 
Te hubiera puesto por nombre, Elena o Joaquín, el sexo era lo de menos. Yo, estaba dispuesto a entregarte todo lo que me hizo falta, a compartir contigo momentos tan simples que se convierten en tesoros con el paso de los años, me hice la promesa de ser el mejor papá, con tal de verte feliz. Pero esta noticia me ha arrebatado todos esos sueños, escucharla, fue una cuchilla haciendo estragos dentro de mis venas. Y sí, lo admito, el llanto inundó mis ojos.
 
Créeme que hubiera dado todo por verte ante mí, sentirte entre mis brazos, incluso escuchar tu corazón latir, pero lamentablemente, no será así. Espero superar todo esto, aunque creo me llevará algo de tiempo, porque estoy completamente destrozado. Antes, pensaba que cosas estúpidas me habían herido, pero hasta el día de hoy pude darme cuenta lo que realmente es el dolor. ¡Que hubiera dado por no haberlo encontrado jamás!

viernes, 9 de agosto de 2013

Decisiones


Todo lo que ardía hace tiempo, ha muerto, porque ya no existe nada en mi interior que lo recuerde. Y si, tal vez esté cambiando todo por nada, pero lo he decidido yo, esto es lo que quiero hacer, quiero arriesgarme, y si llegara a equivocarme, bueno, ¿qué sería la vida sin esos errores que le dan sentido a tus días?
 
AMA, VIVE, RÍE, SE FELIZ… LOS DEMÁS, NO IMPORTAN.

lunes, 15 de julio de 2013

Tardes de bohemia

 
Kenny G, lluvia, alcohol y una cajetilla de Marlboro, suficiente para recapacitar y tratar de organizar tantas cosas que hay en mi cabeza. Cosas, que he guardado celosamente en mi corazón, y que están ahí, como un carrete reproduciendo una y otra vez el instante en el que sucedieron.
 
De un tiempo a la fecha, he llegado al punto en ni siquiera reconocerme. Todo en lo que creía y defendía se ha ido destruyendo, y lo más lamentable, es que ni siquiera me he dado cuenta de cómo pasó, no comprendo los motivos, simplemente, ocurrió. Quizá para bien, quizá para mal.
 
Realmente no sé lo que quiero, qué es lo que necesito, a quién espero…, tantas preguntas que me dan dolor de cabeza y que hacen desesperarme por no tenerles una respuesta. Sólo espero que esta búsqueda llegue a su fin, y que el reflejo que hoy observo, el día de mañana hable por sí mismo.

viernes, 3 de mayo de 2013

Conversaciones con Dios [Parte I]

 
Padre, a ti no puedo ocultarte nada, y por más que finja estar bien o me esfuerce en tratar de esconder mi lastimado corazón, sabes lo que en realidad pasa. Sé que he herido a mucha gente, y es por esa misma razón que me pregunto si este es el castigo que me he ganado. No lo sé, no logro comprender el por qué. Me siento solo, quebrantado, quisiera tener la fuerza necesaria para destruir aquello que me aflige y gritar de coraje en un lugar donde la gente no escuche mi desesperación.

Por favor, abrígame y compadécete de mí. Sé que no soy uno de tus hijos más fieles, pero con el corazón en mis manos te confieso que necesito de tu protección. Tengo la seguridad de que no me juzgarás, porque has visto mi llanto y mi necesidad de encontrarme conmigo mismo. Te pido, que no olvides mis oraciones, no sé si las has escuchado, pero cada noche están ahí, implorándote perdón y la cordura para sobrellevar todas estas cosas. Si mi destino es este, tan solo ayúdame a entenderlo.

jueves, 2 de mayo de 2013

I believe in freedom


Espíritu mio, prisionero de este luctuoso cuerpo lleno de golpes punzantes y atormentantes. Escapa, y llévate el único rastro de bondad que queda de mí. Viaja, y no regreses más a esta agonía. Apártate, salva los vestigios de la luz que aun resisten a esta amarga penumbra. No, por favor no, no mires atrás, ni tengas misericordia de estos ojos negros abatidos por el llanto, simplemente, parte.
 
Espíritu mio, aléjate antes de que seas contagiado por la suciedad de lo que no es bien visto a los ojos ajenos. Y vuela, vuela a los cielos altos que se escuchan en las historias de mi madre. Si, a esos cielos blancos que te transportan con la ayuda de una sinfonía de vientos suaves.  Habla con Dios, dile, que te amo tanto como para hacerte transitar por este cáliz de dolor. Él, te hará conocer la tranquilidad que con mis días no pude darte.
 
Espíritu mio, ve, a un nuevo huerto, donde majestuosamente crezcas y te reivindiques con gotas de esperanza y de ilusiones. Olvida que alguna vez perteneciste a las sombras, y déjate llevar apasionadamente por los rayos del sol de cada nuevo amanecer. Estoy seguro, que como el fénix, renacerás, y es preciso que lo hagas, porque ya nada puedo hacer por ti. Solo así, con este doloroso sacrificio, podrás vivir.

Oda al dolor


Tranquilo, oh dolor, heme aquí, para satisfacerte. Sé que fue mucha tu espera, pero hoy, mataré tu apetito. Puedo ver tu desesperación, así que toma lo que tu hambre desee. Devora mis ojos, aquellos que alguna vez observaron cosas hermosas de este mundo. Regocíjate con mis labios, esos que probaron mieles exquisitas a la luz de la luna. Muerde mis manos, porque han acariciado distintos cuerpos desnudos que se entregaron a mí. Traga mi corazón, aquel que guarda una infinidad de maravillosas historias escritas en la privacidad de una alcoba. Y si estás sediento, te concedo una copa para que bebas de mi llanto.

Tranquilo, oh dolor, que aquí estoy yo para que continúes absorbiéndome. No te volverá a faltar nada, y te hago esta promesa, porque te observo tan frágil y desamparado que siento lastima por ti. Te doy mi palabra, no volveré a dormir, ni tampoco a soñar. En los años que me resten de vida, mi único propósito será el de servir a tu lúgubre presencia y estar eternamente a tus pies. En tu bandeja de plata siempre habrá algo gustoso al paladar. Tranquilo, oh dolor, pues conmigo sobrevivirás muchas décadas, y no será necesario buscar otro ser. ¿Por qué partir y recibir sobras?, si estoy dispuesto a obsequiarte un banquete.

lunes, 29 de abril de 2013

Tercer aniversario


¡Vaya! Han pasado ya tres años del nacimiento de mi blog, y quizá algunos piensen que sea absurdo conmemorar una fecha como esta, pero para mi, recordar implica valorar cada entrada que ha nacido desde lo más profundo de mi alma. Al sentarme solitariamente en mi habitación y abrir uno a uno los títulos que viven en “Mi rincón, mis memorias”, me doy cuenta de lo mucho que mis letras han madurado. Y no me refiero precisamente a reglas de escritura o algo por el estilo, sino, a la madurez del corazón.
 
Y no es para menos, pues han sido mucho los cambios que he vivido. Hubo finales y también comienzos, pero siempre con la mejor de las actitudes para sobrellevarlos. La verdad es que todo lo que ha pasado ha sido por un motivo: el de ayudarme a valorar la vida a cada instante, y por supuesto, a entregar mi corazón plenamente sin miedos ni recelo. Si, han pasado ya tres años, y como recuerdo, me quedan historias que permanecerán plasmadas en este lugar. Y no, no me arrepiento, por que aprendí que siempre lo mejor, está por venir.

¡Salud!

sábado, 23 de febrero de 2013

¿Dónde estás?

 
Tal vez, en otro mundo, en otra vida, en otros sueños, estés finalmente frente a mí. Y te hago saber esto, porque me has negado el regalo de tu presencia, sin embargo, sé que estás ahí, en algún hermoso lugar. Te confieso que ya vives en mi alma, pero necesito que mis ojos te vean entre mis brazos arrullándote, necesito cantarte por las noches canciones de cuna que he memorizado, también obsequiarte juguetes que he obtenido pensando en ti, y principalmente, protegerte de todo aquello que te pueda hacer mal.
 
Sangre de mi corazón, luz de mi soledad, bondad de la parte más oscura de mi ser, te he esperado, buscado también, pero no dejas que te encuentre, ven, te necesito. A veces pienso que Dios no quiere dejarte ir del cielo, debes ser uno de sus ángeles más bellos, ¿por cuál otra razón no te permitiría bajar a mi lado? Pero Él ya ha visto, sabe que te anhelo con todas las fuerzas de mi fe, y por eso, confiaré, continuaré aguardando, porque llegarás en el momento menos pensado, y entonces, solo entonces, estaré completo.
 
Desde ya, tu papá que te ha empezado a amar.
Alberto.