Ya no sé qué hacer contigo, me has encerrado en esta prisión de pecado, y por más que intento salir, no logro deshacerme de los pesados y oxidados grilletes que me impusiste. Maldita, te aborrezco, es más, te odio, aunque al hacerlo, estaría odiándome a mí mismo, pues has vivido en este desgastado ser desde años atrás, ya corres por mis venas. ¿Qué más quieres? Si me has atormentado día y noche. ¿Qué más buscas? Si te he pagado con creces. ¿Qué es lo que te hará dejarme tranquilo? Si ya tienes todo de mí, incluso, mi vida.
lunes, 19 de diciembre de 2011
sábado, 26 de noviembre de 2011
En tus manos
Aprisióname, asfíxiame, envuélveme con tus piernas y ya no me dejes ir, hazme creer que en este mundo solo existimos nosotros dos, hazme vivir, hazme gozar, hazme sentir el calor de tus besos, de tus caricias, de tu entrepierna, de tu humedad. Haz conmigo lo que quieras, estoy a tu merced, puedo cumplir cualquier capricho, pero te pido, te imploro, que no te apartes de mí lado, no me dejes sin ti. Dependo de cada palabra que dices, y si me faltaras, me encontraría a la deriva con el único destino de la sepultura.
P. D. Soy tuyo, no lo dudes, porque en ningún otro lugar he encontrado la pasión de tu sexo amor.
Etiquetas:
A corazón abierto,
Literatura erótica
domingo, 13 de noviembre de 2011
Voltea a mí
¿Cuánto estas dispuesta a sacrificar por mí? Porque yo, ya te he dado todo, ya no me queda nada más para darte. Cada vez que me dejas empiezo a perder el control, te extraño y lloro por ti, pero tú no te das cuenta de lo que pasa, no te detienes a pensar que te necesito. Tienes mi aliento y mi alma, y si quisieras más, te lo daría. Sé que estás leyendo esto, y también sé que me amas a tu manera, ¿pero por qué a veces te siento tan distante?
sábado, 12 de noviembre de 2011
La última en tu nombre
“Mi amor”, hace tiempo te llamé así. Por muchas primaveras lo significaste todo, eras mi sol, mi luna, la razón por la que yo despertaba cada mañana. Sin embargo, el destino nos dirigió hacía caminos diferentes, tú ya has formado tu vida, y yo, bueno, sigo en eso. Al contrario de ti, no me reprocho nada, porque muy dentro de mi corazón sé que te entregué cariño a manos llenas. En tu despedida, me hiciste sentir culpable de todo lo que pasó, de todo lo que te pasó, y si, no lo no negaré, hasta el día de hoy lo creí así, y digo hasta hoy, porque ya no estoy dispuesto a permitir que la sombra de lo que alguna vez fuimos me continúe persiguiendo.
Desde este momento me prometo a mí mismo no pensarte nunca más. Lo intenté, Dios sabe cuánto, pero tarde vine a comprender que no es posible derribar una gruesa y pesada pared de mármol que lo único que le importó era ella misma. Tal vez, a tus ojos yo no signifiqué nada, y lo acepto, recibo el desprecio y la indiferencia, no te cuestionaré. Creo que nunca llegaré a saber qué es lo que realmente ocurrió. Todo ha quedado ya en el pasado, y como tal, debe enterrarse. Te pude dedicar mi vida entera. Sin rencores. Está olvidado.
Desde este momento me prometo a mí mismo no pensarte nunca más. Lo intenté, Dios sabe cuánto, pero tarde vine a comprender que no es posible derribar una gruesa y pesada pared de mármol que lo único que le importó era ella misma. Tal vez, a tus ojos yo no signifiqué nada, y lo acepto, recibo el desprecio y la indiferencia, no te cuestionaré. Creo que nunca llegaré a saber qué es lo que realmente ocurrió. Todo ha quedado ya en el pasado, y como tal, debe enterrarse. Te pude dedicar mi vida entera. Sin rencores. Está olvidado.
martes, 18 de octubre de 2011
Cerrado
Querido blog y estimados lectores:
Creo que ha llegado el momento de despedirnos por un tiempo, tengo que decir adiós, un adiós que implica la tarea de servir al pueblo. Verán, hace unos meses me recibí de docente de telesecundaria, presenté mi examen para el otorgamiento de plazas, y afortunadamente, gracias a Dios, a mi abuelita y a mis padres, la obtuve. Por tal motivo, tengo que alejarme de mi bella Arcelia, me han asignado a una comunidad rural que no cuenta con los servicios públicos acostumbrados, y por eso, me veo en la necesidad de despedirme. Un cordial saludo a todas esas personas que se han tomado la molestia de conocerme a través de mis textos.
Creo que ha llegado el momento de despedirnos por un tiempo, tengo que decir adiós, un adiós que implica la tarea de servir al pueblo. Verán, hace unos meses me recibí de docente de telesecundaria, presenté mi examen para el otorgamiento de plazas, y afortunadamente, gracias a Dios, a mi abuelita y a mis padres, la obtuve. Por tal motivo, tengo que alejarme de mi bella Arcelia, me han asignado a una comunidad rural que no cuenta con los servicios públicos acostumbrados, y por eso, me veo en la necesidad de despedirme. Un cordial saludo a todas esas personas que se han tomado la molestia de conocerme a través de mis textos.
P.D. Volveré...
jueves, 29 de septiembre de 2011
No me ama
No importa lo que yo haga, o todo lo que te he dado, no me amas. Ya el cansancio empieza a rodearme y mis fuerzas se van deteriorando poco a poco, y duele tanto reconocer, que no me amas. Mis piernas no pueden estar más de pie esperando por tu amor, el tiempo pasa, y yo, estoy pasando con él. Ya he perdido todas las batallas, y al parecer, también la guerra. Ha sido tan duro entrar en tu corazón, que empiezo a creer que eres toda de acero.
Es tan doloroso escuchar que no soy lo que tú querías, lo que tú anhelabas, decirme, que no amas, así, como si nada. Que fácil se te hace arrojarme a la basura como cualquier otro desperdicio, y recordarme, sin compasión, que no me amas. ¡Ay felicidad! Mundana y altanera, tú no me amaras, pero hay otras a las que si podré conquistar: la tristeza, la inseguridad, la desesperación, y sobre todo, la soledad, esa, que estoy seguro nunca me dejará.
Es tan doloroso escuchar que no soy lo que tú querías, lo que tú anhelabas, decirme, que no amas, así, como si nada. Que fácil se te hace arrojarme a la basura como cualquier otro desperdicio, y recordarme, sin compasión, que no me amas. ¡Ay felicidad! Mundana y altanera, tú no me amaras, pero hay otras a las que si podré conquistar: la tristeza, la inseguridad, la desesperación, y sobre todo, la soledad, esa, que estoy seguro nunca me dejará.
Siempre contigo
Corazón, aunque yo tenga que partir y por una larga temporada te diga adiós, sabes que estaré, siempre contigo. En esta pequeña caja, he decidido colocar algunas pertenencias que tal vez te puedan parecer absurdas, pero que son, más tuyas que mías. Te dejo mi calor, para que por las noches te arropes si hace frio. Te dejo mi corazón, para que nunca olvides que te pertenece a ti. Te dejo mis recuerdos, para que tengas presente lo maravilloso que ha sido estar a tu lado. Te dejo mi mano, por si acaso algún día te llegaras a sentir sola. Te dejo mi alma, para que alumbre tu camino si hay oscuridad. Te dejo mis ojos, para que te des cuenta que solo te siguen a ti. Te dejo mi fuerza, para que te motive a luchar como lo ha hecho conmigo. Te dejo todo, porque yo, me quedo contigo.
Y si aún con todos estos obsequios sientes que no estoy ahí, entonces, búscame. Búscame en la luna, porque también la estaré observando. Búscame en una oración, porque cada día pediré a Dios que nunca te abandone. Búscame en tus sueños, porque yo soñaré solo contigo. Búscame en una melodía romántica, porque sus letras fueron escritas especialmente para nosotros. Búscame en la brisa de la tarde, porque estaré suspirando por ti. Búscame en aquél rincón, porque ahí se quedan nuestros besos y caricias. Búscame en el agua, porque al bañarte recorreré tu cuerpo desnudo. Búscame en mis textos, porque tú has sido la inspiración de todos ellos. Mi amor, me voy, pero espiritualmente me quedo contigo. No te aflijas, porque aunque tú no me puedas ver, yo, estaré siempre contigo.
Y si aún con todos estos obsequios sientes que no estoy ahí, entonces, búscame. Búscame en la luna, porque también la estaré observando. Búscame en una oración, porque cada día pediré a Dios que nunca te abandone. Búscame en tus sueños, porque yo soñaré solo contigo. Búscame en una melodía romántica, porque sus letras fueron escritas especialmente para nosotros. Búscame en la brisa de la tarde, porque estaré suspirando por ti. Búscame en aquél rincón, porque ahí se quedan nuestros besos y caricias. Búscame en el agua, porque al bañarte recorreré tu cuerpo desnudo. Búscame en mis textos, porque tú has sido la inspiración de todos ellos. Mi amor, me voy, pero espiritualmente me quedo contigo. No te aflijas, porque aunque tú no me puedas ver, yo, estaré siempre contigo.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Todo por amor
¡POR AMOR! ¡QUÉ HARÍA POR TU AMOR, PREGUNTASTE! Y bien, he aquí, mi respuesta. Haría, lo que cualquier otro loco enamorado: extraer mi palpitante corazón para que observes que, efectivamente, sobre él se encuentra tatuado tu nombre, construir un templo donde una replica exacta de ti fuera la única diosa, ser tu fiel esclavo al pendiente de tus más egocéntricos caprichos, me teñiría de azul si me lo pidieras, me cortaría las venas si lo quisieras, todo eso, por amor, por tu amor. Por amor, mi niña, daría mi propia vida con tal de que tú, por muchos años, continúes amando.
jueves, 22 de septiembre de 2011
La suplica
Amor, abrázame por favor, estoy tan indefenso que solo quiero tus brazos, solo quiero refugiarme en tu calor, solo quiero que apartes de mi este frio que lastima mi corazón.
Amor, dime que todo estará bien, dime que nunca te alejarás de mi, dime que el amor que te tengo todavía tiene un hogar, dime que aún sueñas conmigo por las noches.
Amor, por qué me miras así, por qué te quedas callada, por qué no dices nada, por qué tú silencio, por qué tú desprecio, por qué siento tu recelo.
Amor, no te vayas, no te apartes de mi lado, no te lleves mi esperanza, no me dejes a la deriva, no me dejes aquí, por favor, no me dejes aquí, sin ti.
Amor, dime que todo estará bien, dime que nunca te alejarás de mi, dime que el amor que te tengo todavía tiene un hogar, dime que aún sueñas conmigo por las noches.
Amor, por qué me miras así, por qué te quedas callada, por qué no dices nada, por qué tú silencio, por qué tú desprecio, por qué siento tu recelo.
Amor, no te vayas, no te apartes de mi lado, no te lleves mi esperanza, no me dejes a la deriva, no me dejes aquí, por favor, no me dejes aquí, sin ti.
La condena
Digas lo que digas, lo niegues o incluso te laves cuantas veces necesites, yo estaré ahí. Viviré por cada rincón de tu cuerpo. Mi aroma nunca se separará de tus poros, y tu mismo sudor se mezclará con la pasión y el pecado que sembré sobre ti. Sé que te aborrece pensar en mis palabras, pero son ciertas. Yo, no moriré.
Perteneciste y pertenecerás a mí. Nadie ocupará mi lugar. Por las noches, una y otra vez desearás que bese y muerda de tu piel, y yo, lo haré con la misma euforia de aquellos días. Y si llegaras a conciliar el sueño, ahí estaré. Sentirás mi respiración como cuando descansaba sobre ti sin decir nada. Yo, no moriré.
Y si con desesperación intentaras deshacerte de mi, no podrás. Continúo tan dentro que siento tu agudo calor inundándome en un placentero éxtasis. Pobre mortal, tonto e indefenso. Busca vanamente una salvación que no se te dará. Llora inútilmente y sufre el destino que en esta vida se te ha encomendado. Yo, no moriré.
Tu amante eterna,
Soledad.
martes, 20 de septiembre de 2011
¿Escribir, o no escribir?
Si mi memoria no me falla, llevo más de un año manteniendo con vida este pequeño espacio. Un espacio que se ha convertido en hogar de mis penas y alegrías. He publicado varias entradas, y algunas de ellas me hacen sentir realmente orgulloso. Pero hay una interrogante que me ha venido rondando por la cabeza desde hace algunos días: ¿Por qué escribo?
Lo hago, porque es una actividad que disfruto mucho. Porque puedo viajar en mi propio mundo. Porque a través de la escritura me doy la oportunidad de estar conmigo mismo y plasmar esas pequeñas cosas que no me atrevo a decir en voz alta. Pero hay una razón de mucho más peso que me incita a hacerlo, simple: estoy enamorado.
Y es gracias al amor por lo que mis textos dejan de ser solo palabras. Cada línea nace de lo más profundo de mi alma, representan sin reclamo lo que he vivido. Cada historia, cada punto y cada coma, reflejan los capítulos de una vida. No me da pena. Ni tampoco espero reconocimiento. Escribo por gusto, por risa, por llanto, por placer, por pasión, porque soy libre.
Lo hago, porque es una actividad que disfruto mucho. Porque puedo viajar en mi propio mundo. Porque a través de la escritura me doy la oportunidad de estar conmigo mismo y plasmar esas pequeñas cosas que no me atrevo a decir en voz alta. Pero hay una razón de mucho más peso que me incita a hacerlo, simple: estoy enamorado.
Y es gracias al amor por lo que mis textos dejan de ser solo palabras. Cada línea nace de lo más profundo de mi alma, representan sin reclamo lo que he vivido. Cada historia, cada punto y cada coma, reflejan los capítulos de una vida. No me da pena. Ni tampoco espero reconocimiento. Escribo por gusto, por risa, por llanto, por placer, por pasión, porque soy libre.
viernes, 19 de agosto de 2011
Yo confieso [Parte II]
A quién engaño, soy más débil de lo que pienso; parezco una simple sombra entre la multitud. He crecido con miedos e inseguridades que todavía no logro vencer. Realmente no sé por qué el pasado tiene que afectarme tanto, no entiendo mi afán de hacerme daño con mis propios reproches, no comprendo por qué no puedo ser como todos; sin preocupaciones, sin remordimientos de conciencia, sin ansiedad de resolverlo todo. Lo que si tengo presente, es que no he de arrojar culpas, porque el único culpable de lo que he vivido he sido yo.
Dios, tú que eres tan bueno y que conoces cada paso que he dado, ¿verdaderamente podré entrar a tu casa?, ¿obtendré tu perdón?, ¿me darás la fuerza para vencer aquello que me aflige día y noche? Eres amor, y como tal, comprenderás que por amor se hacen muchas cosas, incluso sacrificios que buscan la felicidad de quien amas tanto. Esperaré por el día que me hará disfrutar la vida como lo que es, un hermoso viaje al que solo se asiste una vez. Corazón, si estuvieras leyendo estas líneas te he de decir: ¿no estás cansada de lidiar conmigo?
Dios, tú que eres tan bueno y que conoces cada paso que he dado, ¿verdaderamente podré entrar a tu casa?, ¿obtendré tu perdón?, ¿me darás la fuerza para vencer aquello que me aflige día y noche? Eres amor, y como tal, comprenderás que por amor se hacen muchas cosas, incluso sacrificios que buscan la felicidad de quien amas tanto. Esperaré por el día que me hará disfrutar la vida como lo que es, un hermoso viaje al que solo se asiste una vez. Corazón, si estuvieras leyendo estas líneas te he de decir: ¿no estás cansada de lidiar conmigo?
domingo, 14 de agosto de 2011
Usted
Usted, que ha sido la causa de todas mis delicias y desdenes
Usted, que me ha convertido en un incansable guerrero
Usted, que me invita a escuchar a los ángeles cuando habla
Usted, que cada vez que me besa me lleva a tocar el cielo
Usted, que me hace ver el mundo de color de rosa
Usted, que ha extinguido el frio con su ardiente calor
Usted, que todavía pregunta si la quiero
Usted, ama y señora de mi corazón
Usted, mi primer y último amor
Usted, la única razón ha sido usted
No hay otra, la otra, es usted.
viernes, 12 de agosto de 2011
La rutina de siempre
Siempre escondiéndonos como si fuéramos delincuentes, siempre dentro de cuatro paredes, evitando que nos vean, cuidando que no se nos oiga reír, ocultando todo. Siempre haciendo lo que tú me pides, procurando que esta situación no te afecte tanto, pero, ¿dónde he quedado yo?
Necesito saber si realmente estás dispuesta a dejar todo por mí como yo ya lo he hecho. Te he dado mi corazón y mi vida te la he dedicado completamente, pero honestamente no puedo estar con alguien que me haga sentir que lo nuestro está mal. Pensé que aquello ya estaba olvidado.
Necesito saber si realmente estás dispuesta a dejar todo por mí como yo ya lo he hecho. Te he dado mi corazón y mi vida te la he dedicado completamente, pero honestamente no puedo estar con alguien que me haga sentir que lo nuestro está mal. Pensé que aquello ya estaba olvidado.
jueves, 11 de agosto de 2011
Mentiras
Si me preguntan de ti, diría que no te conozco, que no sé quién eres, y que tu nombre jamás lo he escuchado.
Si alguien me afirma que me han visto contigo, he de exaltarme y asegurar que no es posible, que no compartimos nada y que nos separan caminos diferentes.
Si una vez escuchara voces decir que eres hermosa, he de tragarme mis celos simulando que no me importa que todos glorifiquen tu belleza.
Si te encontrara por la calle, he de evitar tu presencia, incluso mi mirada no se cruzará con la tuya para que la gente no tenga sospechas.
Si notaran mi indiferencia, si cualquiera me habla de ti, será preciso decir, otra mentira.
miércoles, 10 de agosto de 2011
Mi vida contigo
Ya no me queda duda alguna, estoy enamorado, lo sé, lo siento, lo vivo. Lo que hemos pasado me ha bastado para saber que eres la dueña de mi alma y corazón, y al convertirte en acreedora de ese título, puedes pedirme lo que quieras, porque no hay cosa en este mundo que no haría por ti. Tu, mi amor, eres la mujer con la que quiero pasar mis días, quiero tener un hijo contigo que refleje el fruto de nuestro cariño, quiero despertar y dormir a tu lado, quiero que seas para siempre mía.
A veces siento que eres un sueño, porque todavía me es difícil comprender que alguien como tu pueda estar conmigo. La soledad que me acompañaba la lograste vencer con tus besos y abrazos, y esa oscuridad que me inundaba, la extinguiste con tus suaves caricias y esos momentos de placer que me has regalado. Y aunque compartimos culturas y generaciones diferentes, eso no es impedimento para confesarte que soy tu eterno incondicional.
Te adoro.
SyA.
A veces siento que eres un sueño, porque todavía me es difícil comprender que alguien como tu pueda estar conmigo. La soledad que me acompañaba la lograste vencer con tus besos y abrazos, y esa oscuridad que me inundaba, la extinguiste con tus suaves caricias y esos momentos de placer que me has regalado. Y aunque compartimos culturas y generaciones diferentes, eso no es impedimento para confesarte que soy tu eterno incondicional.
Te adoro.
SyA.
domingo, 3 de julio de 2011
La espera [Parte II]
Mi cielo, ya no sé qué hacer sin ti. Cada día que no estás a mi lado mi sentimiento de soledad aumenta. Lo curioso es que a pesar de tenerte tan cerca, las distintas circunstancias que vivimos me obligan a observarte desde la distancia. Ha sido mucho tiempo ocultando lo que siento por ti, y te confieso, que ya no puedo continuar fingiendo, ya no puedo engañar más al corazón. Pero he prometido algo, y lo cumpliré hasta que me liberes de estas pesadas cadenas de silencio.
Bella, estoy en la espera del momento para vivir plenamente mi amor contigo. Tú, solo tú, serás la siempre dueña de mi corazón; la que necesito en mis brazos; la cómplice de mi vida. Me has dado demasiado, que a veces pienso que es mentira que los desdichados puedan ser tan felices. Le doy gracias a Dios por haberte puesto en aquél oscuro valle y dejar que con tu luz iluminaras mi camino. Te amo, me amas, y eso es lo único que ha de importar.
Bella, estoy en la espera del momento para vivir plenamente mi amor contigo. Tú, solo tú, serás la siempre dueña de mi corazón; la que necesito en mis brazos; la cómplice de mi vida. Me has dado demasiado, que a veces pienso que es mentira que los desdichados puedan ser tan felices. Le doy gracias a Dios por haberte puesto en aquél oscuro valle y dejar que con tu luz iluminaras mi camino. Te amo, me amas, y eso es lo único que ha de importar.
jueves, 30 de junio de 2011
Desde mi corazón
martes, 14 de junio de 2011
Te amo
Te amo, porque al verte emocionas mi corazón
Te amo, porque en el mar de tus ojos me puedo perder
Te amo, porque me pones nervioso incluso cuando tomas mi mano
Te amo, porque me has enseñado el verdadero sentido del amor
Te amo, porque nunca has dejado ese lugar
Te amo, porque te llevo siempre a mi lado
Te amo, porque ahora comprendo lo que es ser feliz
Te amo, porque prometiste que nunca me has de fallar
Te amo, porque has devuelto la ilusión a mi alma
Te amo, porque día a día alimentas mis sentimientos
Te amo, porque tengo la dicha de besar tus labios
Te amo, porque he soñado una vida contigo
Te amo, porque simplemente, lo sé
miércoles, 11 de mayo de 2011
Deseos ocultos
Si hay algo que disfruto hacer cuando estoy contigo, es acariciar tus nalgas por encima de tu vestido. Me gusta sentirlas e irme adueñando de ellas sigilosamente. Por tu parte, no hay reclamos, sólo suspiras y cierras los ojos. Y saber que al recorrerte con mis manos no me desprecias, haces que en mi interior nazca una ardiente ráfaga de calor. Pero éste, es un calor diferente que me obliga a darte la vuelta y pegarte a la pared.
La fuerza de mis brazos te deja sin defensas, y es realmente irresistible calmar la urgencia de descender a tus rodillas y lentamente subir a tu cintura esa prenda holgada. La vista de tu posición obliga a mis instintos a liberar mi pene que ya chorrea las primeras gotas de lujuria. Inútilmente trato de introducirme en esa guarida fría y oscura. Es difícil, pero me voy abriendo camino poco a poco. Me dices no, pero mi excitación es tan grande que mis esfuerzos han vencido tu negación.
Suplicas que me detenga, pero sé perfectamente que dentro de ese grito de clemencia hay una voz escondida que pide cada vez más y más. No trates de ocultar tu placer. Aprisiona mis movimientos insistentes como sólo tú sabes hacerlo. Impúlsame a escupir el veneno que ha de inundar las entrañas de aquello que es imperfección de lo moral. Suspira y descansa, que ya has saciado completamente mi apetito.
La fuerza de mis brazos te deja sin defensas, y es realmente irresistible calmar la urgencia de descender a tus rodillas y lentamente subir a tu cintura esa prenda holgada. La vista de tu posición obliga a mis instintos a liberar mi pene que ya chorrea las primeras gotas de lujuria. Inútilmente trato de introducirme en esa guarida fría y oscura. Es difícil, pero me voy abriendo camino poco a poco. Me dices no, pero mi excitación es tan grande que mis esfuerzos han vencido tu negación.
Suplicas que me detenga, pero sé perfectamente que dentro de ese grito de clemencia hay una voz escondida que pide cada vez más y más. No trates de ocultar tu placer. Aprisiona mis movimientos insistentes como sólo tú sabes hacerlo. Impúlsame a escupir el veneno que ha de inundar las entrañas de aquello que es imperfección de lo moral. Suspira y descansa, que ya has saciado completamente mi apetito.
lunes, 9 de mayo de 2011
El examen oral
Mi amor, ha llegado el momento de evaluar tus habilidades orales... Desciende y sedúceme despacio... ¡Maravilloso! Has pintado tus labios de carmín, te has ganado puntos extra... Eso es, recordaste que antes de todo debes acariciar por encima de mi pantalón... Toca, hasta que tus manos sientan mi rigidez... No, espera, son tus dientes los que tienen que desabrochar... Vamos pequeña, sé que puedes... ¡Excelente! ¿Ves que sólo era perseverancia?
¿Qué sigue después?... ¡Muy bien! Acerca tu cara sin quitarme la mirada... Utiliza tu lengua y empapa la tela de mi prenda... ¡Silencio! ¡No digas nada!... Ha llegado el momento, bájalo... Ahora, abre tu boca, introdúcelo lentamente y mójame con tu saliva... Eso es, despacio, no hay prisa, disfrútalo... ¡Besa! ¡Lame! ¡Haz lo que te ordeno!... ¡He dicho que calles y me des placer!... ¿Te gusta no es así?... Te he cumplido el sueño de tener mi pene en lo más profundo de tu garganta.
¡Goza preciosa!... ¡Silencio!... ¡Que hermosa te ves allá abajo!... ¡Corazón, me estás llevando a un viaje de placer!... ¡Ah!... ¡Toma lo que tanto me has pedido a gritos!... ¿Apoco vas a escupir mi cielo? ¡No! ¡Traga!... Eso es, eso es... Mi vida, has pasado la prueba, pero se me antoja llevarte a extraordinarios... Así que, hasta el próximo examen... ¡Ahora lárgate y déjame solo! Que viene una que ha reprobado.
¿Qué sigue después?... ¡Muy bien! Acerca tu cara sin quitarme la mirada... Utiliza tu lengua y empapa la tela de mi prenda... ¡Silencio! ¡No digas nada!... Ha llegado el momento, bájalo... Ahora, abre tu boca, introdúcelo lentamente y mójame con tu saliva... Eso es, despacio, no hay prisa, disfrútalo... ¡Besa! ¡Lame! ¡Haz lo que te ordeno!... ¡He dicho que calles y me des placer!... ¿Te gusta no es así?... Te he cumplido el sueño de tener mi pene en lo más profundo de tu garganta.
¡Goza preciosa!... ¡Silencio!... ¡Que hermosa te ves allá abajo!... ¡Corazón, me estás llevando a un viaje de placer!... ¡Ah!... ¡Toma lo que tanto me has pedido a gritos!... ¿Apoco vas a escupir mi cielo? ¡No! ¡Traga!... Eso es, eso es... Mi vida, has pasado la prueba, pero se me antoja llevarte a extraordinarios... Así que, hasta el próximo examen... ¡Ahora lárgate y déjame solo! Que viene una que ha reprobado.
viernes, 29 de abril de 2011
Primer aniversario
Hoy, 29 de Abril del 2011, se cumple el primer aniversario del nacimiento de “Mi rincón, mis memorias…”. Me siento realmente satisfecho por continuar manteniendo vivo este espacio que es refugio de las historias de mi vida.
También agradezco a todas las personas que se han tomado la molestia de leer mis publicaciones y por sus comentarios. De lo único que me arrepiento es de no haber creado el blog antes.
También agradezco a todas las personas que se han tomado la molestia de leer mis publicaciones y por sus comentarios. De lo único que me arrepiento es de no haber creado el blog antes.
¡Un brindis por este año..., y por el siguiente!
sábado, 16 de abril de 2011
domingo, 10 de abril de 2011
Tú
domingo, 3 de abril de 2011
En la distancia
Después de que decidiste no saber de mí por una temporada, ya no quise continuar refugiándome en mi habitación. Necesitaba, una distracción que me ayudara a olvidar el dolor al que me estaba enfrentando, y pensé, que sería bueno salir a andar y tomar el aire del verano. A pesar de que emocionalmente me encontraba mal, y a pesar del inmenso calor, partí a las seis de la tarde. En la vereda, iba recordando todo lo que ha pasado durante estos meses, en las cosas que he hecho para velar por tu bienestar; ¡y vaya!, nos hemos enfrentado a una difícil situación.
Pero ha sido una situación que creo a ambos nos ha dejado experiencias maravillosas. Jamás en mi vida imaginé que el destino me tuviera preparado este camino lleno de secos y radiantes paisajes. En aquellos momentos, mis reflexiones me hicieron anhelarte; extrañé tu mirada; tus abrazos; tus besos; tus caricias. Son ya diez días sin saber de ti, y sin ti, no soy nada. Para calmar un poco mis ansias de verte, a mi regreso me dispuse pasar por tu casa. Al llegar, decidí esperar y simular que todo era una casualidad, pues no quería faltar a nuestro pacto.
Sin embargo, los minutos pasaron, y cuando estaba decidido a marchar, te vi. Caminabas tan rápido que no supe si ir atrás de ti tratando de alcanzar tus pasos. Además, me pareció que llevabas prisa, tal vez te dirigías a un lugar importante, y yo, no quería ser la razón de tu distracción. Cada vez más te ibas alejando. No pude luchar contra las calles que en ese instante se convirtieron en oscuros y largos pasillos, por eso, me di la vuelta, y sin mirar atrás, permití que continuara el silencio.
domingo, 27 de marzo de 2011
Sin ti
Al parecer, se acerca el final de nuestra historia. Han pasado diez meses desde que aquel sueño comenzó. Amé, reí, lloré y aprendí a tu lado. Si, corazón, fui feliz en tus brazos, fui feliz en tu cuerpo, me enseñaste un mundo que sólo contigo pude conocer. Pero después de todo este tiempo. Después de todo lo que viví por ti. Después de aquello que hice y que nunca imaginé hacer. Vienes, y me dices, que no sabes si realmente podrás luchar contra todos para defender el amor que nos une. Entre esas dolorosas palabras mi mundo se detiene. Es inutil contener mi llanto. Mi vida, me has golpeado donde más temía. Me falta el aire, no puedo respirar, no puedo soportar este sufrimiento.
Estúpidamente pensé que yo significaba algo para ti, que equivocado estaba. Yo no me arrepiento de nada como tú dices estarlo, ni tampoco fue un error hablarte de frente. Al contrario, jamás me importaron las consecuencias, no me importó jugarme la vida ante las miradas de otros, nunca hice caso de lo que decían a nuestras espaldas. Desgraciadamente para ti, eso representa una gran cruz que no estás dispuesta a cargar, son más importantes tu moral y tus prejuicios que todo el amor y el cariño que te entregué. Me duele tanto que no te atrevas a salvar lo que guardaba para ti. No sé qué voy a ser. No quiero pensar cómo serán los días venideros sin tu luz. Si sucediera, entonces sería mejor imaginar que estoy... muerto.
miércoles, 23 de marzo de 2011
La realidad
Sabes, todavía no logro entender la razón por la que permito que me trates así. He sido sincero y te he hablado del profundo sentimiento que guarda mi corazón. Tal vez, ese ha sido mi mayor error, y cada día que pasa me pongo a pensar que es verdad el dicho tan popular que se dice entre la gente: “Ni todo el amor, ni todo el dinero”. En algunas ocasiones siento la certeza de tus emociones, noto que realmente me amas, o mínimo, de que sientes algo por mí, y déjame confesarte que son esos momentos los que me llenan de valor, los que me dicen al oído: “Anda, se valiente”. Cuando estamos juntos no me importa nada, no me interesa el sufrimiento, lo único que vale es que estoy contigo, y si para hacerlo tengo que soportar el dolor de la condena, lo haré.
Pero cuando me voy de tus brazos y el mundo en el que transito hacen que despierte del sueño, toda esa valentía que sembraste en mi alma, decae. Me envuelve el miedo. Me convierto en un peregrino que busca una vana esperanza entre la multitud. Y con tu actitud de indiferencia lo único que logras es empeorar mi desesperación. Te llamo, grito con todas mis fuerzas tu nombre, pero parece que nuevamente he quedado en segundo lugar. Ciertamente, es una realidad decir que a los ojos de los demás somos dos extraños. No sé cuanto más he de soportar lo que me dijiste aquella vez: “Si nos encontramos por las calles, lo único que puedo darte es un saludo, ni siquiera un apretón de manos”. ¿Hasta cuándo amor mío? Hoy, sólo quiero encontrar la salida, de esta, mi cruel agonía.
miércoles, 16 de marzo de 2011
Yo confieso [Parte I]
Que de niño me daba miedo estar solo en la oscuridad
Que mi primer beso fue a los trece
Que lloré como un bebé cuando mi primera novia me dejó
Que por despecho rompí su fotografía
Que la primera vez fue a los quince
Que mi primer beso fue a los trece
Que lloré como un bebé cuando mi primera novia me dejó
Que por despecho rompí su fotografía
Que la primera vez fue a los quince
Que disfruto la soledad más que cualquier otra cosa
Que mi música favorita es el heavy metal
Que me gusta el cine de terror en blanco y negro
Que mi modelo ideal de mujer son las góticas
Que creo en un Dios pero no en una religión
Que me enamoré de alguien que no estaba a mi lado
Que disfruto plenamente del sexo
Que no tengo tabúes ni tampoco prejuicios absurdos
Que he tenido experiencias sádicas
Que he estado con mujeres mayores que yo
Que estoy enamorado nuevamente
Que ella me dobla la edad
Que me fascina su manera de ser conmigo
Que la amo con todo la fuerza de mi corazón
Que el amor ha sido la razón de todos mis pecados.
... He confesado...
Te extraño
Pero más que extrañar tu amor, extraño la dulzura de tus besos y la lujuria de tus deseos. Extraño que me utilices a tu antojo. Extraño tus suaves y recatadas manos. Extraño tu manera de acariciarme por encima de mi pantalón. Extraño tu habilidad para desabrocharlo. Y tu boca, ¡ah, tu boca!; la extraño, extraño su calor y su humedad. Extraño el placer que me hacías sentir y las gotas de sudor que escurrían por mi frente. Extraño los juegos que siempre aumentaban mi sed de pasión.
Extraño, tu obsesión de llevar el control. Extraño la sensualidad que tenías para desprenderte de tus ropas. Extraño tu mirada insinuante al acercarte. Extraño el delicioso aroma de tu sexo. Extraño tenerte sobre mí. Extraño tus mordidas. Extraño tus uñas recorriendo mi piel. Extraño el movimiento de tus caderas y la presión que me provocabas. Extraño tus agitados suspiros y el ultraje que le rendías a tus senos. Extraño el final. Extraño verte dormir desnuda. Extraño ser tuyo.
Extraño, tu obsesión de llevar el control. Extraño la sensualidad que tenías para desprenderte de tus ropas. Extraño tu mirada insinuante al acercarte. Extraño el delicioso aroma de tu sexo. Extraño tenerte sobre mí. Extraño tus mordidas. Extraño tus uñas recorriendo mi piel. Extraño el movimiento de tus caderas y la presión que me provocabas. Extraño tus agitados suspiros y el ultraje que le rendías a tus senos. Extraño el final. Extraño verte dormir desnuda. Extraño ser tuyo.
martes, 15 de marzo de 2011
Hasta luego
Te respondo de la forma en que me la pediste.
Ha pasado una semana desde tu llamada, y te he de ser honesto, no recordaba tu número. Me hablas, para confesarme que me extrañas y que dejarme fue un error, y me dices, me suplicas, que nos veamos en la ciudad que fue testigo de aquello que vivimos. Por un instante, en mi memoria renacen momentos que tuve que sepultar por tu partida, por tu adiós, y pienso, que no es justo que aparezcas nuevamente en mi vida tratando de que olvide todo y que regrese a tus brazos. Si, no negaré que a tu lado fui feliz, que eres una mujer muy hermosa y que me enseñaste un mundo completamente nuevo: ¡Que días!
Pero de la misma manera en que caé la ultima hoja del otoño, lo nuestro pasó, la llama se desvaneció con la luz del día, no hay más que cenizas. En mi corazón, sólo permanecen recuerdos de tu presencia, y de tu amor, no queda más que su sombra. Ojalá puedas perdonarme y renacer como lo hice yo, y comprendas, que mi cariño lo tiene otra, y que a pesar de todas las circunstancias a las que me estoy enfrentando, soy realmente feliz. No te guardo rencor, de verdad, ni siquiera lo pienses. Te fuiste pensando que era lo mejor, y hoy, me voy yo con la seguridad de que es lo mejor. Encontrarás la felicidad.
Alberto.
Existir
... Existo...
Porque te conocí
Porque probé tus labios
Porque hemos reído juntos
Porque me gusta observarte
Porque te he tomado de la mano
Porque he dormido en tus brazos
... Dejaría de existir...
Si me dijeras adiós
Si no escuchara tu voz
Si no me dejaras verte
Si me negaras tu sonrisa
Si me prohibieras tu cariño
Si me gritaras que te deje en paz
... Sé que existiré por siempre...
Cuando solloces: Te amo
Cuando extrañes mi presencia
Cuando me busques entre la multitud
Cuando me prometas que serás sólo mía
Cuando entre besos me pidieras quedarme
Cuando me escribas lo que yo te escribo a ti
La decisión es tuya
lunes, 28 de febrero de 2011
Amar en silencio
A lo largo de mis veintiún años he conocido distintas maneras de amar, pero tal vez, ninguna más dolorosa que la de amar en silencio. Esa forma de querer, me ha impedido ocultar un amor tan ardiente como la fuerza de un sol de verano, y me ha orillado a callar y a decir que no. Sin embargo, lo único que no ha podido negarme ese cruel sentimiento, es entregarme por completo a la mujer que amo. Si, acepto que es doloroso, que no es saludable y que conforme pasa el tiempo, me ha empezado a doler el corazón por guardar todas estas emociones que decidí soportar.
¿Y por qué he callado?, ¿Por qué acepté vivir bajo la sombra de tus pasos? Por ti, porque me lo pediste, porque la condición fue firmar un contrato con sangre, y como te habrás dado cuenta, continúa vigente hasta ahora. Y no, no es ningún reproche, ni tampoco es una queja, es, simplemente, letras que mi razón me ha incitado a escribir. Y ha hablado la razón, porque mi alma y espíritu ya han quedado vacios. Te has llevado completamente todo. Lo que no te has llevado, es mi desgastada voz que murmura que te amo con toda el alma, y que aguardo en silencio, como siempre lo he hecho, el despertar.
¿Y por qué he callado?, ¿Por qué acepté vivir bajo la sombra de tus pasos? Por ti, porque me lo pediste, porque la condición fue firmar un contrato con sangre, y como te habrás dado cuenta, continúa vigente hasta ahora. Y no, no es ningún reproche, ni tampoco es una queja, es, simplemente, letras que mi razón me ha incitado a escribir. Y ha hablado la razón, porque mi alma y espíritu ya han quedado vacios. Te has llevado completamente todo. Lo que no te has llevado, es mi desgastada voz que murmura que te amo con toda el alma, y que aguardo en silencio, como siempre lo he hecho, el despertar.
sábado, 26 de febrero de 2011
Me gustas
Me gustas, cuando necesito saber que te encuentras ahí,
cuando me ves y no me hablas, cuando bajas la mirada,
cuando tengo que soportar las ganas de correr a ti,
cuando pones la hora y el día en el que me dejarás verte.
Me gustas, cuando me dices dulcemente al oído: “Alberto”,
cuando me abres la puerta de tu casa y me dices: “Ven”,
cuando te pones esa pijama de gatitos y me abrazas,
cuando no me dices nada, cuando acaricio tu espalda.
Me gustas, cuando en la azota contemplamos las estrellas,
cuando nos besamos, cuando me tomas de la mano,
cuando dices: “Nos van a ver”, cuando no quiero irme,
cuando sollozas: “Te quiero”, y yo grito: “Te amo”.
cuando me ves y no me hablas, cuando bajas la mirada,
cuando tengo que soportar las ganas de correr a ti,
cuando pones la hora y el día en el que me dejarás verte.
Me gustas, cuando me dices dulcemente al oído: “Alberto”,
cuando me abres la puerta de tu casa y me dices: “Ven”,
cuando te pones esa pijama de gatitos y me abrazas,
cuando no me dices nada, cuando acaricio tu espalda.
Me gustas, cuando en la azota contemplamos las estrellas,
cuando nos besamos, cuando me tomas de la mano,
cuando dices: “Nos van a ver”, cuando no quiero irme,
cuando sollozas: “Te quiero”, y yo grito: “Te amo”.
martes, 8 de febrero de 2011
Satisfáceme
Mis manos continuaron acariciando tus piernas, y eso bastó para que poco a poco me apropiara de lo que desde hace mucho me habías declarado prohibido. Pero al parecer, esa prohibición llegó a su fin cuando por encima de tu ropa interior sentí una breve humedad que a través de mis caricias iba aumentando. El apetito de carne que para entonces ya había despertado, me impulsó a bajar tus prendas que se interponían entre dos cuerpos ansiosos de placer. Fue entonces que te vi, cual modelo europea que posa para el artista. Tan bella, tan hermosa. ¿Y cómo no perder la razón ante tal celestial criatura?, ¿Cómo soportar la avaricia de ser sólo mía? No pude contenerme, no pude controlarme por más que dijiste no.
Tal vez, la fuerza que oponías era el incentivo suficiente para seguir, y eso provocaba una gran excitación que recorría mis agitadas venas. Estremecido, no soporté y hundí mi rostro en aquello que es regalo para los ojos de los mortales. Su aroma, una esencia limpia y pura que era un deleite para mi agudo olfato. Y su forma, un capullo de color rosado oscuro que era adornado por unos pliegues delgados y suaves. En la parte superior, un manojo de espinas que raspaban sin querer. Ante tal banquete, mi boca se hizo agua, no se resistió a probar y comenzó a saborear esos delicados rasgos de arriba abajo. Primero, lentamente y con delicadeza, para después dar paso a la lujuria y el desenfreno.
Así continuó y mi lengua llegó a introducirse a lo más profundo de tus ardientes entrañas. Claramente pude sentir como tus espasmos la oprimían rítmicamente sin compasión. Tus suspiros se convirtieron en la sensual melodía que siempre quise escuchar, y tus caderas eran el complemento perfecto para tal faena. Seguimos por otros cuantos minutos, hasta que de ese capullo brotó una miel caliente y transparente que te empapó toda, no tuve que pensarlo dos veces y la bebí a placer, era exquisita. Por vez primera había hecho gozar realmente a mi paladar con el néctar que sólo una mujer sabe dar. No pregunté nada. Tus gestos hablaron. Desde entonces, me has pagado una cita mensual al dentista que te empeñas en no abandonar.
Tal vez, la fuerza que oponías era el incentivo suficiente para seguir, y eso provocaba una gran excitación que recorría mis agitadas venas. Estremecido, no soporté y hundí mi rostro en aquello que es regalo para los ojos de los mortales. Su aroma, una esencia limpia y pura que era un deleite para mi agudo olfato. Y su forma, un capullo de color rosado oscuro que era adornado por unos pliegues delgados y suaves. En la parte superior, un manojo de espinas que raspaban sin querer. Ante tal banquete, mi boca se hizo agua, no se resistió a probar y comenzó a saborear esos delicados rasgos de arriba abajo. Primero, lentamente y con delicadeza, para después dar paso a la lujuria y el desenfreno.
Así continuó y mi lengua llegó a introducirse a lo más profundo de tus ardientes entrañas. Claramente pude sentir como tus espasmos la oprimían rítmicamente sin compasión. Tus suspiros se convirtieron en la sensual melodía que siempre quise escuchar, y tus caderas eran el complemento perfecto para tal faena. Seguimos por otros cuantos minutos, hasta que de ese capullo brotó una miel caliente y transparente que te empapó toda, no tuve que pensarlo dos veces y la bebí a placer, era exquisita. Por vez primera había hecho gozar realmente a mi paladar con el néctar que sólo una mujer sabe dar. No pregunté nada. Tus gestos hablaron. Desde entonces, me has pagado una cita mensual al dentista que te empeñas en no abandonar.
lunes, 31 de enero de 2011
martes, 25 de enero de 2011
Me dices adiós
Me dices adiós, me dices que te vas, que no te fue suficiente el amor tan bello y puro que te entregué a cantidad. Pero antes de partir, antes de que me dejes en el olvido, antes de que tomes tu equipaje y te alejes con la brisa de la primavera, tengo algo que decirte: Pequé al querer alcanzar una ilusión que desde siempre supe que no podía ser, sin embargo, esa ilusión era más fuerte que toda razón, y no pude luchar contra ella. A pesar de todo, seguí adelante, no bajé la mirada, inluso, aspiré por el día en que todo el sacrificio sobrehumano que había hecho por ti sería recompensando por tu amor que tanto necesitaba. Pero ya ves, mi amor, que el destino nos ha trazado caminos diferentes. Me dejas a la deriva sin otra cosa más que mi corazón hecho pedazos, pedazos, que todavía no he podido encontrar.
Tuviste en tus manos mi salvación, tal vez nunca te diste cuenta de eso, y es una lástima que hasta hoy lo sepas. Pero ya no sirve de nada, te marchas, y no puedo detenerte, no después de haberte esperado tanto tiempo y haber vivido bajo la sombra de tu existencia. Hoy, me ha tocado perder, hoy, lloro amargamente tu partida, hoy, regreso al oscuro callejón de donde nunca debí salir. Estúpidamente quise engañarme con absurdas promesas y falsos juramentos. Lo único que conforta mi espíritu, es que como yo estarás sufriendo a diario. Lo sé, porque el cariño que te tuve jamás lo volverás a probar. Jamás tendrás a tus pies a otro ser que quiera dar su vida por tu felicidad. Nunca escucharás de otros labios un “Te amo” que nazca desde el interior de su alma. Sabes que así es, y así será.
¿Te quedas?
Bien.
Me voy yo.
Tuviste en tus manos mi salvación, tal vez nunca te diste cuenta de eso, y es una lástima que hasta hoy lo sepas. Pero ya no sirve de nada, te marchas, y no puedo detenerte, no después de haberte esperado tanto tiempo y haber vivido bajo la sombra de tu existencia. Hoy, me ha tocado perder, hoy, lloro amargamente tu partida, hoy, regreso al oscuro callejón de donde nunca debí salir. Estúpidamente quise engañarme con absurdas promesas y falsos juramentos. Lo único que conforta mi espíritu, es que como yo estarás sufriendo a diario. Lo sé, porque el cariño que te tuve jamás lo volverás a probar. Jamás tendrás a tus pies a otro ser que quiera dar su vida por tu felicidad. Nunca escucharás de otros labios un “Te amo” que nazca desde el interior de su alma. Sabes que así es, y así será.
¿Te quedas?
Bien.
Me voy yo.
domingo, 23 de enero de 2011
Ella me enseñó
Contigo, el sexo siempre fue una entrega total, sin prejuicios ni preguntas, sin rechazos ni condenas. A tu lado, el placer que me dabas era intenso. Me sentía vivo, enérgico, amado. Bastaba con un simple beso de tus labios para que lograras encender mis pasiones más oscuras. Conocías mis debilidades, mis pretensiones, mis ganas de poseerte y, por supuesto, mi amor por tus palabras sucias que endulzaban mi oído y que me envenenaban con deseos de lujuria. Tú, me diste a morder de tus manos la manzana del huerto, una manzana que disfruté a mi antojo.
Pero te he de confesar, que desde tu partida ya nada ha sido igual. Ya no ha renacido lo que tan perfectamente me hacías sentir. Ese fruto prohibido que me dabas a placer no lo he vuelto a encontrar. He intentado engañar mi apetito con caricias falsas y ojos que me juzgan. Todo ha sido en vano. Tú eras especial, eras única, una entre tantas. No he podido olvidarte. La realidad me dice que jamás conoceré a otra mujer que sepa hacer lo que con amor me enseñaste. La vida, me ha orillado a un juicio que lleva por nombre "CORRECTO Y PECADO".
Pero te he de confesar, que desde tu partida ya nada ha sido igual. Ya no ha renacido lo que tan perfectamente me hacías sentir. Ese fruto prohibido que me dabas a placer no lo he vuelto a encontrar. He intentado engañar mi apetito con caricias falsas y ojos que me juzgan. Todo ha sido en vano. Tú eras especial, eras única, una entre tantas. No he podido olvidarte. La realidad me dice que jamás conoceré a otra mujer que sepa hacer lo que con amor me enseñaste. La vida, me ha orillado a un juicio que lleva por nombre "CORRECTO Y PECADO".
sábado, 22 de enero de 2011
Aquellos días...
Ha pasado el tiempo, bastante. Tanto, tanto de lo que mi memoria puede hacerme recordar, y a pesar de todo, a pesar de los meses, tu nombre continúa grabado muy dentro de mi corazón. Cuando despierto, los primeros rayos de sol me hacen recordar las mañanas que contemplamos juntos, acompañados con el humeante café y con una de azúcar que tanto te gustaba. Al bañarme, todavía puedo sentir tus suaves dedos recorriendo mi espalda, procurando limpiar lugares que no podía alcanzar. Al vestirme, aún siento que me cubres los ojos preguntando inocentemente: “¿Quién soy?”. Aún puedo observarte frente al espejo cepillando tan celosamente tu negro cabello. Aún respiro la esencia de tu perfume.
Al caminar por las calles me haces falta, me acostumbraste a tus manos, y no hay día en que desesperadamente las busque para tomarlas. En cada sonrisa de un niño ahí estas. En las rosas del parque veo tu rostro. En el cielo, la imagen de los dos abrazados. Estás presente en todo lugar y en toda hora. Pero es en las noches donde tu recuerdo se fortalece. La brisa nocturna me envuelve con su dolorosa soledad. Trato de apaciguar ese dolor con un abrigo, pero me doy cuenta que no es la noche quien me lastima, ese mal nace de mi interior, y no he podido matarlo. Resignado, no me queda más que dormir. Espero en la oscuridad un beso de buenas noches, y al no tenerlo, en el silencio se escucha mi voz decir: “Sigo enamorado, tal vez, igual que ayer”.
Al caminar por las calles me haces falta, me acostumbraste a tus manos, y no hay día en que desesperadamente las busque para tomarlas. En cada sonrisa de un niño ahí estas. En las rosas del parque veo tu rostro. En el cielo, la imagen de los dos abrazados. Estás presente en todo lugar y en toda hora. Pero es en las noches donde tu recuerdo se fortalece. La brisa nocturna me envuelve con su dolorosa soledad. Trato de apaciguar ese dolor con un abrigo, pero me doy cuenta que no es la noche quien me lastima, ese mal nace de mi interior, y no he podido matarlo. Resignado, no me queda más que dormir. Espero en la oscuridad un beso de buenas noches, y al no tenerlo, en el silencio se escucha mi voz decir: “Sigo enamorado, tal vez, igual que ayer”.
A Ella.
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