viernes, 29 de abril de 2011

Primer aniversario


Hoy, 29 de Abril del 2011, se cumple el primer aniversario del nacimiento de “Mi rincón, mis memorias…”. Me siento realmente satisfecho por continuar manteniendo vivo este espacio que es refugio de las historias de mi vida.

También agradezco a todas las personas que se han tomado la molestia de leer mis publicaciones y por sus comentarios. De lo único que me arrepiento es de no haber creado el blog antes.

¡Un brindis por este año..., y por el siguiente!

sábado, 16 de abril de 2011

Un inocente capricho


Hoy... con toda la pasión que duerme en mí, anhelo:

...BESARTE LOS PIES...

¿Cumplirás mi deseo?

domingo, 10 de abril de 2011


Perdóname tú a mí por ser tan impaciente con tu corazón.
Sabes que te perteneceré eternamente.
Un amor siempre tuyo, siempre mío, siempre nuestro.
Te adoro.

domingo, 3 de abril de 2011

En la distancia


Después de que decidiste no saber de mí por una temporada, ya no quise continuar refugiándome en mi habitación. Necesitaba, una distracción que me ayudara a olvidar el dolor al que me estaba enfrentando, y pensé, que sería bueno salir a andar y tomar el aire del verano. A pesar de que emocionalmente me encontraba mal, y a pesar del inmenso calor, partí a las seis de la tarde. En la vereda, iba recordando todo lo que ha pasado durante estos meses, en las cosas que he hecho para velar por tu bienestar; ¡y vaya!, nos hemos enfrentado a una difícil situación.

Pero ha sido una situación que creo a ambos nos ha dejado experiencias maravillosas. Jamás en mi vida imaginé que el destino me tuviera preparado este camino lleno de secos y radiantes paisajes. En aquellos momentos, mis reflexiones me hicieron anhelarte; extrañé tu mirada; tus abrazos; tus besos; tus caricias. Son ya diez días sin saber de ti, y sin ti, no soy nada. Para calmar un poco mis ansias de verte, a mi regreso me dispuse pasar por tu casa. Al llegar, decidí esperar y simular que todo era una casualidad, pues no quería faltar a nuestro pacto.

Sin embargo, los minutos pasaron, y cuando estaba decidido a marchar, te vi. Caminabas tan rápido que no supe si ir atrás de ti tratando de alcanzar tus pasos. Además, me pareció que llevabas prisa, tal vez te dirigías a un lugar importante, y yo, no quería ser la razón de tu distracción. Cada vez más te ibas alejando. No pude luchar contra las calles que en ese instante se convirtieron en oscuros y largos pasillos, por eso, me di la vuelta, y sin mirar atrás, permití que continuara el silencio.