jueves, 30 de septiembre de 2010

Caricias


Una caricia puede ser insignificante para otros ojos, pero para los tuyos, un simple roce de mis dedos es suficiente para que te estremezcas. Conozco tus puntos más débiles, las zonas que te producen placer. No fue necesario que las mencionaras, poco a poco las fui descubriendo. Cuando empieza, simplemente te entregas a mi merced, cierras tus ojos y suspiras, débilmente dices que me detenga, pero mis labios ya han alcanzado tu cuello, mi lugar favorito. En ese momento, he dejado huella sobre ti, el perfume que has usado ya se ha fundido con el mío, y mis labios, ellos han acogido tu esencia.

Pero eso solo ha sido el comienzo de un éxtasis venidero. Al entrar en tu habitación tus ropas van cayendo lentamente, en el fondo, una melodía de saxo suave y lenta se puede escuchar. Ahora la desnudez es la única vestimenta que usas, y es un modelo que nunca hubiera podido imaginar. Es entonces que ya no me puedes detener, observar cada gesto que va naciendo en tu rostro es suficiente para que me hagas perder el control. Aquellas sábanas rayadas han sido testigo de lo que ha ocurrido entre nosotros. Cada centímetro de tu cuerpo se ha convertido en mi templo, y es un templo que es muy difícil no venerar, un templo que debo llenar de caricias cada domingo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Perdóname


Perdóname por haber obligado a tu boca decir “Te quiero”,
Perdóname por las noches en vela que he pasado por ti,
Perdóname por los abrazos y los besos que nos dimos,
Perdóname por pretender que todo podría funcionar,
Perdóname por haber pensado que algún día serias mía,
Perdóname por darte tanto sin recibir nada a cambio,
Perdóname por los problemas que te llegué a ocasionar,
Perdóname por amarte hasta la locura y hacerme volar,
Perdóname por mantenerte viva en mi pensamiento,
Perdóname por escribirte esto, será la ultima vez.

martes, 7 de septiembre de 2010

El lamento de Mag


Él le dijo que regresaría, que marchaba a la guerra,
y con lágrimas en los ojos se despidió de ella,
el adiós de los amantes fue cruel y doloroso,
pero su amor era inocente, puro y bondadoso.

Durante el amanecer y en el anochecer esperó,
pero el cartero ningún mensaje le entregó,
abatida por el sufrimiento suspiraba por su amado,
y en aquella mecedora imaginaba el beso anhelado.

Noticias del fin de la guerra habían llegado,
y el sombrío pueblo recibió a sus héroes venerados,
una repentina alegría llenó el corazón de Mag,
pero la ausencia de su amado continuó sin piedad.

En la batalla él encontró esposa y tuvo hijos,
matando aquel amor que algún día estuvo vivo,
envuelta en su tristeza la soledad la devastó,
y Mag solo podría recordar lo mucho que lo amó.

El tiempo pasó y su cabello se pintó de blanco,
pero en el pórtico se le veía sentada en su añejo banco,
su dolor era tan grande que la volvió casi muda,
ahora Mag vive sola y llena de amargura.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Alegoría de tu amor


Incontables son las noches en que no puedo dejar de pensar en ti. Ha sido más de una ocasión en la que te imagino durmiendo a mi lado, inhalando el mismo aire, reposando en tus cálidos pechos y levemente poder escuchar el latido de tu suave corazón. Ese es mi más grande deseo, estrecharte entre mis manos y acariciar tu piel desnuda. Tu ausencia hace que te anhele en cada minuto de mis días, y no sabes el sufrimiento que tengo que soportar, un nudo en la garganta se hace presente, es como si tragara una pastilla en seco, es como si un grito ensordecedor no me dejara en paz, es como si la más tenebrosa oscuridad inundara mi interior y me transportara a los más ardientes infiernos.

Sí, soy un ingenuo soñador, un ser que vive de las ilusiones de tu cariño, pero es que no lo puedo evitar, es lo que tú me has hecho sentir, es lo que tú has despertado en mi sombrío corazón. Besarte es una sensación de letargo, y es precisamente en esos momentos en los que he tenido la maravillosa sensación de sentirme amado, sentir, que estoy en los intensos suspiros que salen de tus labios, sentir, que realmente existes y que te has convertido en la luz de mis pensamientos. Y aunque tu amor no iguale la intensidad que tanto he alucinado, sé que me amas aunque sea un poquito.

Tus dudas y tus miedos son más fuertes que tus deseos de querer, sin embargo, a pesar de todo el mal que inconscientemente me llegues a provocar, te amo. Te amo por quien eres, por la mujer que es dueña de su propia voluntad, de sus propios instintos y por los divinos ojos que hacen perderme en su profundidad. La pasión que vive en mi alma es más fuerte que la razón, y aunque ella me diga que mi error más grande ha sido quererte de más, no me importa. No me importa porque me has revivido de un sueño profundo y con el resplandor de tu presencia has llenado un vacio en mi solitaria alma. Perderte es algo que no soportaría, por eso, prefiero darte mucho, aunque yo no reciba nada a cambio. Con el tiempo, aprenderé a vivir con las sobras de tu cariño.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Momentos


Ayer salí a caminar. Fue una caminata bastante agradable. Sin preocupaciones, sin nada que me molestara, simplemente yo y una extensa lista de mis canciones predilectas. Llegué hasta un pequeño parque en el que había varios niños jugando, la oscuridad de mis ropas y el color vivo de sus sonrisas hacían del momento un extraño contraste. Me quedé sentado en un tronco, no sé por cuanto tiempo, el viento corría libremente por el paisaje, claramente podía ver como arrastraba algunas hojas muertas que fueron parte de majestuosos arboles. En ese momento dirigí la mirada a la puesta del sol, nadie se encontraba junto a mí para admirarla, excepto, por una hilera de hormigas que a sus espaldas cargaban migajas de alimento. Fue entonces que me di cuenta que me encontraba solo, y eso no era ninguna novedad.

Y en esa soledad, mi corazón latió más rápidamente, y empecé a añorarte. Hubiera dado todo por haber sido tu la que estuviera sentada a mi derecha, y ambos compartir el soberbio instante de aquella tarde. Pero todo era una ilusión, una ilusión que perdurará por mucho tiempo. Y aunque he negado que eso pueda afectarme, la verdad es que me duele mucho. Me duele no por la persona que eres conmigo, sino por la necesidad que tengo de estar entre tus brazos y volver a sentirme vivo, sentir, que he encontrado un cálido refugio del que no quiero nunca más partir. En cada hora del día estás presente en mi pensamiento, es algo que no puedo evitar, sencillamente porque eres la mejor dama que he conocido. Sin tu voz murmurando al oído mi nombre y sin las caricias a las que me tienes acostumbrado estoy, completamente perdido.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Mis dibujos

En esta ocasión no publicaré un escrito, sino que quiero compartir otra de mis aficiones, el dibujo. Sé que no son una obra de Miguel Ángel, pero son míos, producto de mi imaginación y del ocio de las tardes. Cada uno de ellos tiene un título en Inglés para apreciarlos mejor. Ojalá los disfruten.