martes, 5 de abril de 2016

Si pudiera retroceder el tiempo


Si pudiera retroceder el tiempo, andaría silenciosamente por las manecillas del reloj, procurando que marchen a la misma velocidad. Querría, como he querido a todos aquellos amores que conocí, y que viven ahora en lo más profundo de mi corazón. Besaría, los mismos labios una y otra vez, porque cada persona que se ha cruzado en mi camino representa una etapa de mi vida. Caería la misma cantidad de veces, porque todas esas batallas ganadas y perdidas, me han dado la fuerza y el coraje para no dejarme vencer.

Si pudiera retroceder el tiempo, aceptaría el camino que me ha tocado vivir a lo largo de todos estos años. Acariciaría los mismos cuerpos desnudos con los que he estado en la intimidad de la alcoba y en la clandestinidad de la casualidad. Haría el amor con la misma pasión de la primera vez. No me reprocharía nada, porque de cada episodio he tomado todo lo bueno. Me atacaría de risa y lloraría por las mismas razones, porque detrás de cada sentimiento hay una historia de alegría y de tristeza que de vez en cuando vale la pena recordar. 

Si pudiera retroceder el tiempo, no quitaría ni puntos ni comas a la historia que he escrito desde el momento en que vi la luz del mundo. Perseguiría la igual cantidad sueños y los cumpliría como lo he hecho siempre. Desearía mi esencia y la naturaleza de mi persona, porque a pesar de todo lo bello y lo amargo de mis días, quiero seguir sosteniendo el mismo equipaje que se me ha entregado. Sin hurtar y olvidar nada, me detendría en las estaciones marcadas del tren de mi destino, y gritaría en el trayecto, que si pudiera retroceder el tiempo, sería, simplemente yo.