miércoles, 11 de mayo de 2011

Deseos ocultos


Si hay algo que disfruto hacer cuando estoy contigo, es acariciar tus nalgas por encima de tu vestido. Me gusta sentirlas e irme adueñando de ellas sigilosamente. Por tu parte, no hay reclamos, sólo suspiras y cierras los ojos. Y saber que al recorrerte con mis manos no me desprecias, haces que en mi interior nazca una ardiente ráfaga de calor. Pero éste, es un calor diferente que me obliga a darte la vuelta y pegarte a la pared.

La fuerza de mis brazos te deja sin defensas, y es realmente irresistible calmar la urgencia de descender a tus rodillas y lentamente subir a tu cintura esa prenda holgada. La vista de tu posición obliga a mis instintos a liberar mi pene que ya chorrea las primeras gotas de lujuria. Inútilmente trato de introducirme en esa guarida fría y oscura. Es difícil, pero me voy abriendo camino poco a poco. Me dices no, pero mi excitación es tan grande que mis esfuerzos han vencido tu negación.

Suplicas que me detenga, pero sé perfectamente que dentro de ese grito de clemencia hay una voz escondida que pide cada vez más y más. No trates de ocultar tu placer. Aprisiona mis movimientos insistentes como sólo tú sabes hacerlo. Impúlsame a escupir el veneno que ha de inundar las entrañas de aquello que es imperfección de lo moral. Suspira y descansa, que ya has saciado completamente mi apetito.

lunes, 9 de mayo de 2011

El examen oral


Mi amor, ha llegado el momento de evaluar tus habilidades orales... Desciende y sedúceme despacio... ¡Maravilloso! Has pintado tus labios de carmín, te has ganado puntos extra... Eso es, recordaste que antes de todo debes acariciar por encima de mi pantalón... Toca, hasta que tus manos sientan mi rigidez... No, espera, son tus dientes los que tienen que desabrochar... Vamos pequeña, sé que puedes... ¡Excelente! ¿Ves que sólo era perseverancia?

¿Qué sigue después?... ¡Muy bien! Acerca tu cara sin quitarme la mirada... Utiliza tu lengua y empapa la tela de mi prenda... ¡Silencio! ¡No digas nada!... Ha llegado el momento, bájalo... Ahora, abre tu boca, introdúcelo lentamente y mójame con tu saliva... Eso es, despacio, no hay prisa, disfrútalo... ¡Besa! ¡Lame! ¡Haz lo que te ordeno!... ¡He dicho que calles y me des placer!... ¿Te gusta no es así?... Te he cumplido el sueño de tener mi pene en lo más profundo de tu garganta.

¡Goza preciosa!... ¡Silencio!... ¡Que hermosa te ves allá abajo!... ¡Corazón, me estás llevando a un viaje de placer!... ¡Ah!... ¡Toma lo que tanto me has pedido a gritos!... ¿Apoco vas a escupir mi cielo? ¡No! ¡Traga!... Eso es, eso es... Mi vida, has pasado la prueba, pero se me antoja llevarte a extraordinarios... Así que, hasta el próximo examen... ¡Ahora lárgate y déjame solo! Que viene una que ha reprobado.