miércoles, 17 de febrero de 2016

Deseos de media noche


Cuando caiga la noche, estaré contigo. Espera por mí en el dintel de tu ventana. Cierra los ojos y extiende los brazos. Quizá, viaje entre estrellas del cielo nocturno para llegar a ti. Quizá, me aventure temeroso entre la corriente del sereno. Quizá, una cometa me lleve entre sus destellos hacia tu presencia. 

Cuando la noche cubra de rocío los nardos, estaremos juntos. Dormitaremos en tu alcoba. Te arroparé en mi regazo y menguaré el frío de tu piel con el calor de mi corazón. Yo estaré ahí, tomaré tus manos y desaparecerá la soledad de  nuestra ausencia. Habrá silencio, y en esa calma, seré parte del aroma de tus cabellos. 

Cuando la noche haya derrotado triunfante al sol, aguarda el arribo de mis pasos. Pero si el tiempo transcurre, y el letargo vence tu fuerza, duerme. Me quedaré a tu lado y velaré tu reposo. Yo te llevaré a lo más profundo de la realidad de los sueños que juntos hemos construido, y no me separaré de ti, nunca más.

martes, 9 de febrero de 2016

A ti que me amaste


Una parte de mi amor quedó allá, entre las cuatro paredes del hotel que fue el nido de nuestras visitas nocturnas. Quedó, entre nuestros besos, en las caricias a mi cuerpo. Vive, en el rocío de los amaneceres y aún respira en los valles de los campos que se cubrían de colores galantes con nuestra presencia. Existe, en la azotea de tu casa iluminada por la luz de la luna. Habita, en el tráfico de la ciudad; en sus calles, en sus aceras, en los parques, en el subterráneo…

Si, una parte de mi amor, de mi espíritu, todavía aguarda en el balcón donde esperaba tu llegada al anochecer. Duerme, en la intimidad de lo que una vez fue mi habitación, entre las sabanas que cubrían mi cama, en la ducha, en la sala. Mis ojos, continúan buscándote. Mi piel, aún dormita serena esperando el aliento de tu boca sobre ella. Y mi corazón, que fue amado por rostros desconocidos, sigue latiendo para hacerme recordar que lo más importante que aprenderé en la vida es: A AMAR.